domingo, 21 de abril de 2013

El Rincón del amigo Jose Luis. Última entrega sobre la Coherencia.





Jose Luis, nuestro querido amigo, tiene aquí su espacio . Después de insistirle bastante, ha accedido a ir plasmando sus impresiones de la vida. Lo valoramos especialmente por su caminar observador, humilde, inteligente y comprometido

El camino consiste en ir purificando nuestro modo de dejarnos iluminar por el resplandor de la Verdad, comprendiendo mejor cuál es nuestra meta, “retocando” nuestro código de vida y de conducta, en la medida que avanzamos en el conocimiento, todavía parcial, de la Verdad Inmutable.

Y en este caminar, no todo el universo camina a la misma velocidad, aunque sí en la misma dirección. Particularmente la Humanidad tiene su manera de hacerlo desde la pluralidad, la inteligencia y la libertad.

Nos puede ayudar a comprender este caminar el considerar el símil de una CARAVANA QUE AVANZA POR EL DESIERTO. Todos sus componentes progresan, desde diferentes tramos, con todo el equipaje a cuestas. Entre los caminantes se encuentran guías expertos, que tienen la misión de orientar y señalar la dirección a seguir, y la existencia de “Oasis” donde reponer fuerzas.  

                                                                                                                                                                                                                                                          Así sucede en nuestra Historia: Hay personas que han penetrado en el Misterio con más profundidad. Y con esa misma experiencia, han recibido la misión de comunicarla y compartirla con su pueblo. Estas personas son los profetas.
Los cristianos reconocemos en JESÚS DE NAZARET, no solo el mayor de los Profetas, sino el Ser Supremo, que es Misericordia y Amor sin medida, que se acerca a la Humanidad, y en ella a todo la Creación, hecho Carne, hecho Humanidad, saliendo al encuentro de esa CARAVANA.

Jesús de Nazaret, como ser humano, Dios con nosotros, vive en total coherencia con su Padre , y se convierte en nuestro Maestro y Salvador.

                                                                                                                                             

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