(En relación a la noticia publicada en éste Blog el 29 de Marzo de éste año, "Cafés en espera")
Galicia enciende la cafetera solidaria
mayo 16, 2013 | Rafa Dudo
Siete locales ya ponen “cafés pendientes” – Hace dos semanas que llegó a Vigo: invitar por adelantado a una taza caliente
Ya hablamos de esta iniciativa en una publicación de este mismo blog.
La cafetería “Max”, en Vigo, primera en sumarse a la iniciativa.
Frente a la estación del tren, hay quien espera y también quien a veces, desespera. Frío, soledad o ausencias son pulgas al perro flaco tocado por la crisis. Por eso, desde hace dos semanas frente a la terminal viguesa de Guixar, un cartel en la cristalera de la cafetería “Max” indica si hay (y cuantos) “cafés pendientes”. Alguien de forma anónima ha dejado pagada una taza caliente a quien no puede permitírsela. Esta cafetería situada en la calle Areal es una de las siete en Galicia que ya se han sumado a esta iniciativa solidaria. Hace dos semanas que pone “cafés pendientes” y asegura que la idea funciona.
“Ahora está a cero porque los han gastado”, indica tras una sonrisa, entre timidez y bondad, el hostelero del “Max”, Alfonso Álvarez, mientras mira a un marcador de papel en el escaparate. ¿Cómo funciona? Cuando un cliente pide un café pendiente (lo paga para que luego se lo tome otro) se mete el euro diez céntimos en un “bote”. Y luego, cuando alguien viene a tomarse ese café, se mete en caja”.
Un café pendiente es una iniciativa que traspasa fronteras: Propone dejar en una cafetería una bebida caliente pagada para que pueda ser consumida por alguien con bajos recursos que la demande. El primer local de Vigo que se suma a la iniciativa asegura que funciona bien. En Galicia, ya son siete los que han decidido actuar e inscribirse en esta iniciativa ciudadana: Vigo, Ponteareas (The Souto Bar), Ourense (Café Karaoke Rías Baixas) Santa Uxía de Ribeira (A Recoveira), Santiago (Bobber Café), A Coruña (Pico Fino) y Mondoñedo (Restaurante A Voltiña).
Esa iniciativa nació en Nápoles, en Italia, en el año 2008 -donde dejaban en los establecimientos no solo el café, sino también comida- y rápidamente se extendió por Europa, llegó también a Argentina y a las grandes capitales. Ha corrido como la pólvora en España gracias a las redes sociales.
Un experto en márketing y redes sociales, Gonzalo Sapiña,encendió la cafetera en Barcelona. Twitter y facebook pusieron algo de azúcar y ahora, ese café calentito se sirve en bares de todo el país. El “Libertad 3″ se convertía en el primer establecimiento hostelero de Valladolid que se ha apuntaba a esta iniciativa de apoyo a personas desconocidas y sin recursos. Lo mismo ocurrió en Madrid o las Islas Canarias. Hasta Valladolid, por ejemplo, llegó vía Costa Rica. “Tenemos un amigo viviendo allí que supo de la iniciativa y nos lo comentó”, explicaba el hostelero.
Quien lo introdujo en España, conoció esta cadena de favores en Florencia, donde funciona desde hace cinco años. Y decidió acercarla. Creó la página web y lo empezó a menear. Hoy en día se ha conseguido que más de cincuenta cafeterías en la península -la mayoría en Asturias, Barcelona y Galicia- comiencen a servir dosis solidarias de cafeína.
“Este proyecto se basa en la confianza. El cliente por un lado tiene que fiarse de nosotros, de que vamos a dar un uso adecuado a su dinero. Y luego, nosotros nos tenemos que fiar del cliente sin recursos que viene a tomarse el café que le ha pagado otro”, explican. Efectivamente, una de las claves del éxito de esta iniciativa es la confianza.