domingo, 13 de enero de 2013

Profesional 'crafter', una salida a la crisis

La venta on line de artículos de diseño hechos a mano crece de manera espectacular en España | Forma parte de una tendencia en auge que apuesta por la elaboración artesanal de productos en detrimento de la fabricación industrial

Palens es la firma de Oscar Palencia, gafas hechas a mano y elaboradas con madera.
“Soy ilustradora y también pintora, me gusta mucho inventar historias para mis muñecos, son únicos y cada uno viene con un pasaporte hecho a mano que cuenta su historia”, explica Marpez, nombre artístico de Mar Ferrero, que elabora muchas de sus creaciones con la ropa de sus dos hijas. La pintora e ilustradora, afincada en Collado del Mediano (Madrid), ha encontrado en Internet un canal donde rentabilizar su creatividad, al igual que muchos otros artistas y diseñadores. Este fenómeno recibe el nombre de crafting, en referencia al movimiento Arts & Crafts, originario de la Inglaterra de mediados del siglo XIX y que promovía el retorno de la manera de producir de la edad media. Actualmente, el término incluye un nuevo modelo de comercio que solo es posible gracias a la red.



La proliferación de estos profesionales independientes ha dado pie al surgimiento de asociaciones de crafters, donde las personas interesadas en este tipo de negocio pueden acudir en busca de información y formación sobre comercio electrónico, un sector que ha experimentado un espectacular crecimiento en esta última década. Y es que el trabajo del artesano o el diseñador ya no sólo se centra en confeccionar sus productos, ahora también deben tener nociones de marketing, fotografía, diseño gráfico y community manager. “Ahora tiene que estar como mínimo en Facebook, Twitter y Flicker, contestar al correo electrónico y realizar los envíos de las cosas que diseña y elabora”, comenta la cofundadora de
Alicante Craft Sylvia Santiváñez y diseñadora de la firma Chita Lou.

La creadora, de 32 años, decidió realizar un cambio radical a su vida después de dar a luz a sus dos hijos ya que quería trabajar desde casa para pasar con ellos más tiempo. Dejó atrás su carrera profesional en Iberia y se lanzó a abrir su propia empresa donde confecciona ropa personalizada y complementos, tartas de pañales y, además, da clases de costura. “Soy de una generación a la que prometieron que yendo a la universidad tendría un oficio realmente bueno, pero luego no ha sido así. Por eso cada vez hay más gente que decide vivir de lo que realmente le gusta sin esperar a la jubilación”, explica.

Venderse bien en la red es algo fundamental para el éxito de este tipo de profesional independiente. Por eso, aparte de dominar las redes sociales, también debe comercializar sus productos on line. Algo que, por otro lado, es una ventaja puesto que, según la cofundadora de Alicante Craf, “ahorra mucho porque ya no necesita un local”. Pero sí una tienda web, que tanto puede ser propia como estar dentro de una plataforma –como
Dawanda o Artesanio-. Por otro lado, Santiváñez cuenta que los gastos de gestión son mínimos, “a partir de unos 10 euros al mes”, y reconoce que es un sector con “mucha economía sumergida”. Y matiza: “Normalmente, la gente prueba durante un tiempo y si le va bien, se da de alta de autónomos”.

Un síntoma del auge del crafting es la evolución de
Dawanda, una plataforma on line líder en Europa de productos hechos a mano que el pasado mes de septiembre abrió sede en Madrid. Empezó sus andaduras hace seis años en Berlín y, actualmente, está presente en diversos países europeos. En total, cuenta con 170.000 tiendas de diseñadores independientes, de los cuales dos millares residen en España. “Internet no es un vehículo barato, comercializar los productos a través de la red requiere inversión y tiempo, de ahí el incremento de plataformas de e-commerce”, afirma Alberto Lorente el director general de la compañía en España, que se financia a través del 5% del precio de las ventas que se realizan a través de esta plataforma.

“Se valora la creatividad, pero también la profesionalidad. No sólo basta con ofrecer un buen producto, sino que hay que realizar las entregas a tiempo y atender bien a los clientes”, añade. También hace hincapié en el hecho de que son “productos únicos, muchos de ellos personalizados y elaborados a mano”. Y es que detrás de cada diseñador hay una historia. Otro de los aspectos que valora el consumidor es “la sostenibilidad” ya que un elevado porcentaje de los artículos de crafters son hechos con materiales reciclados.


Algunos de los 'crafters' más curiosos

Los
Blanditos son la creación estrella de Nicole Hofmann, una alemana de 43 años que vive en la playa de Sant Sebastià de Sitges (Barcelona). “Son cosidos manualmente, hechos de tela de algodón puro, todos tienen forma de animales marinos y llevan los nombres de surfistas famosos”, comenta. Su afición por los Blanditos empezó cuando se quedó embarazada de su hijo y decidió elaborar con sus propias manos el primer muñeco del retoño. Luego, hizo lo mismo con los hijos de sus amigas hasta que “el boca a boca” fue popularizándolos. “Me encanta inventar nuevos diseños de Blanditos”, asegura. Hofmann es diseñadora gráfica de profesión, lo que no le impide dar salida a los encargos que recibe –la mayoría procedentes de Alemania- de estos juguetes de trapo.

El negocio de Oscar Palencia Pérez, de 26 años y residente en Alella (Barcelona), empezó en el garaje de su casa. Pero en este caso no se trataba de hacer computadoras, sino gafas con una peculiaridad: estar elaboradas con madera. Se le ocurrió esta idea viajando por Asia, donde se percató que la gente llevaba gafas de bambú parecidas a las de plástico. “La madera es un valor añadido para hacer un producto nuevo más exclusivo”, añade. Y como según él, “nadie en Europa las hacía”, con un presupuesto inicial de 500 euros se lanzó a investigar la manera de materializar su proyecto. Y aunque al final necesitó incrementar la inversión, actualmente sus gafas
Palens se comercializan, además de en Internet, en más de 50 puntos de venta en España y en otros países, como México, Italia y Perú.

Camas para perros exigentes. Este es el leitmotiv de
SleepingBeauty, una firma creada por una pareja del barrio de Gràcia –Astrid Correa y Ferran Robles- que nació del amor hacia su mascota Otto “el piloto”, un Golden Retriever que adoptaron hace poco más de un año. “Cansados de recorrer tiendas, webs y demás y no encontrar la cama adecuada para el niño de nuestros ojos, decidimos un buen día dejar de buscar y crear”, explica Astrid. Gracias a sus capacidades creativas y la pasión por la decoración, confeccionaron una cama acorde con las necesidades de su mascota y el estilo de su casa. A raíz de esta experiencia elaboran lechos personalizados al gusto de cada mascota y su propietario. Además es una iniciativa solidaria puesto que destinan parte de los beneficios a la protectora de animales donde adoptaron a Otto.

Mientras que Paola Rosso minimiza mascotas, personajes conocidos y parejas de novios, entre otras manualidades que es capaz de hacer. Es ingeniera agrónoma, de 39 años y afincada en Numancia de la Sagra (Toledo). "Comencé con figuras simples, sin mucho detalle, pero me quedé fascinada por el moldeado casi escultural, el cual practico mucho porque soy autodidacta". En
su web ofrece muñecos personalizados, hebillas, llaveros, coleteros, bolis, portafotos y otros enseres realizados con este material con el que plasma con precisión facciones y rasgos identificativos de personas y animales.

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