Una red para cubrir necesidades básicas y urgentes a través de Internet
La web 'Red Ayuda' canaliza las demandas de entidades sociales de Pontevedra
Las asociaciones lanzan sus SOS para que lleguen a toda la ciudadanía
Logran donaciones tan claves para la vida de una familia como un frigorífico
Muletas para un adolescente o un termo para un albergue, algunos de los logros
El frigorífico de una familia con niños menores se rompió de repente. La crítica situación económica que atravesaban sus padres les dificultaba llegar a fin de mes en circunstancias normales y este imprevisto se les hizo inasumible. Una alerta en una página web les permitió solventar esta acuciante situación con la donación de un nuevo electrodoméstico de segunda mano en menos de una semana.
'Red Ayuda' ('Rede Axuda' en su nombre original en gallego) fue la artífice de esta asistencia que puede parecer un pequeño detalle, pero resultó "clave para garantizar la correcta alimentación de los niños de la familia afectada".
Roberto Antón, coordinador del Equipo de Atención Familiar de la Fundación Meniños de ayuda a la infancia, es un firme defensor de la iniciativa. Su entidad fue la que demandó el citado frigorífico y asegura que desde que el Ayuntamiento de Pontevedra la promovió en febrero, esta plataforma virtual les ha solventado "problemas muy puntuales que surgen y que antes no teníamos forma de canalizar".
El último SOS lanzado ha sido un somier para los niños de una familia a la que, de nuevo, el imprevisto de que se haya roto esta pieza de mobiliario sitúa en una situación crítica: compran la nueva cama o comen todo el mes.
La web se autodefine como "una plataforma de ayuda e interacción entre la ciudadanía y las entidades sociales pontevedresas para atender necesidades básicas de la población". Esta declaración de intenciones se traduce en un portal con las fichas y servicios de las ocho entidades que la integran. Pero es, sobre todo, un altavoz en el que cada una puede hacer públicas alertas con sus necesidades urgentes "y que sean amplificadas y lleguen a toda la población de Pontevedra", señala Roberto Antón.
Un simple clic en la web www.redeaxuda.es muestra a la ciudadanía cómo canalizar su ayuda hacia una labor social y humanitaria. Sirve de escaparate de las necesidades más acuciantes que viven muchos pontevedreses. Permite a cualquier ciudadano anónimo poner un granito de arena que le puede parecer una minucia, pero que para algunas familias es un mundo en medio de la crisis económica que ha casi triplicado los demandantes de servicios sociales de Pontevedra.
De muletas a libros, pequeñas grandes donaciones
La alerta colgada en www.redeaxuda.com aumentó las donaciones de zapatos de hombre para Cáritas en un momento en el que escaseaban en su ropero. La Fundación Meniños pudo conseguir las muletas que necesitaba un niño de 17 años. Una emergencia surtió a la asociación de ayuda al toxicómano Rexurdir de una biblioteca para su piso terapéutico.
Juan (nombre ficticio para garantizar su privacidad) es uno de los usuarios del piso de Rexurdir. Tiene muchas horas muertas en la casa en la que sin entretenimiento no consigue superar su adicción y su fin último: la reinserción. Gracias al centenar de libros y cómics que donaron personas anónimas se le abre un camino.
Laura Vilán, trabajadora social de Rexurdir, agradece esta ayuda puntual, pero, sobre todo, incide en las ventajas de esta iniciativa: "Es una red social que nos pone a todos en contacto para ayudarnos entre nosotros y abastecer las necesidades que tiene la gente de Pontevedra, podemos actuar de una forma muy eficaz [...] Es una página que abro todos los días para ver las necesidades que tienen los demás".
Altavoz de necesidades siempre presentesMaría José Obelleiro, coordinadora de la Fundación Secretariado Gitano la ve "una herramienta útil y rápida con la que se pueden conocer necesidades y cubrirlas de forma urgente. De otra forma, es complicado". David Pico, coordinador de Proyecto Hombre, ve entre sus ventajas "facilitar el acceso de muchas personas a organizaciones concretas en las que pueden solucionar sus problemas. Antes sabías que existían, pero no cómo contactar con ellas".
Cáritas Interparroquial de Pontevedra no publica muchas alertas urgentes en la red porque "nosotros casi siempre necesitamos lo mismo, alimentos básicos y dinero", pero su presidenta, María Jesús Prieto ve un potencial en esta iniciativa, pues "las personas realmente necesitadas que vienen a nosotros son cada vez más y está bien que la población lo sepa".
En su caso, en 2011 entregaban comida a ocho familias y este año ya tienen 40 y una media de 1.900 usuarios mensuales de su ropero social. Ante estas cifras, cualquier aportación, por pequeña que parezca al donante, resulta determinante: "Diez euros son 14 litros de leche, son 12 litros de aceite, son 15 botes de tomate frito", señala a modo de ejemplo.
Familias que no tienen para pagar la luz
Idénticos datos presenta otra de las entidades de esta red de solidaridad pionera en España, el Club de Leones. Su secretario, Manuel Quiroga, explica que en 2012 han pasado de entregar paquetes con comida a 370 familias a tener 460 en su lista. En el último año han pasado de repartir 60.000 kilos de comida a 105.000.
El perfil de Cáritas en Red Ayuda señala que también necesitan dinero en efectivo. Resulta fundamental para las tres últimas alertas que publicaron y difundieron a través de los medios. Un matrimonio con un hijo necesitaba 320 euros para pagar un mes de alquiler. Una mujer con dos hijos y un nieto necesitaba 1.100 euros para vivienda, recibos de luz y agua y medicinas para su hijo enfermo. Una pareja con un hijo requería 225 euros para el pago de recibos de luz, agua y gas.
Las llamadas de alerta surtieron efecto y la emergencia pudo retirarse de la web en cuestión de horas. María Jesús Prieto destaca que, además, en la práctica totalidad de los casos, "la gente colabora de forma anónima, no quieren que se sepa que son ellos quienes ayudan y por eso incluso envían una compra directamente desde el supermercado sin identificarse".
Una ducha, necesidad básica
Este albergue de transeúntes de San Vicente de Paúl, 'Calor y Café', pide en su perfil de Red Ayuda calcetines, leche, azúcar, cacao, galletas, aceite, café, dinero para productos frescos y ropa interior.
Como al resto de los integrantes de la red, le surgió una necesidad urgente. Según explicó su coordinador, Victor Rey, se estropeó el termo que da agua caliente a los 16 usuarios que pernoctan en el albergue y a una veintena más para los que no tienen cama, pero a lo que sí dan cena, desayuno y ducha.
Francisco Javier Cao es uno de estos últimos y estuvo tres días sin poder ducharse en agua caliente. Después de años en la calle, ha conseguido rehabilitarse y ahora tiene una habitación alquilada, pero no puede ducharse ni comer allí. Para él, una ducha es fundamental porque "que estemos en la calle no significa que no tengamos higiene". Gracias a este termo recién donado pudo recuperar este privilegio, por el que no para de dar las gracias a Sariña, Laura o Chiruca, tres de las voluntarias y trabajadoras sociales que le ayudan a que su vida diaria sea "más digna".
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