Aurora tiene cuatro años y un nevus maligno en la cara. Gracias a donaciones consiguió reunir seis toneladas de tapones de plástico para canjearlas por dinero. La operación se ha retrasado y se los han dado a otra niña que también los necesita. A Jessica, de 17 años y con una enfermedad rara incurable.
Ambas tienen en común seis toneladas de tapones que Aurora ha decidido donarle a Jessica para que el dinero que les den por ellos lo invierta en investigar su enfermedad. A Aurora hay que operarla periódicamente, pero su próxima intervención se ha retrasado, así que por ahora no necesita tantos tapones.
Jessica lleva años enferma y nadie sabe decirle de qué. Su única salida es ir a un centro especializado de EE.UU. para que puedan diagnosticarla y tratarla, pero aun no sabe si la podrán curar. Aurora le ha curado la desesperanza.
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