Viernes, 21 de junio de 2013. Hoy ha sido el último día de los cuartohociqueros en la escuela de primaria de Muel.
Esta es la historia de 12 niños y una niña que se unió al grupo este año. Una historia que comenzó una mañana de noviembre de 2010, cuando la llegada del circo a Muel activó la creación de la protectora virtual de animales dirigida por niños.
En este vídeo se recorre el proceso desde ese día hasta la actualidad. Encontraréis desde las intervenciones de los niños hablando de lo que el proyecto ha supuesto para ellos hasta cómo nos preparábamos en clase para mejorar las habilidades sociales y de comunicación; cómo se trabajaba los primeros días o qué huella ha dejado formar parte de este equipo a todos los que hemos estado en él, y escucharéis opiniones de personas maravillosas que nos hemos encontrado por el camino.
Ahora toca a otros niños, con el espejo de El Cuarto Hocico y la base dejada en Children for Animals, el continuar este sueño y tener la confianza de que los niños sí pueden participar en la sociedad y cambiar lo que los adultos estamos haciendo tan mal.
Más de mil niños en Zaragoza ya han vivido esta experiencia. Más que posiblemente se llevará a cabo en Pontevedra, Granada, Alcoy y otras ciudades españolas, y otros niños de Argentina, Chile, Ecuador, Uruguay, México, Venezuela, Colombia, Perú y muchos sitios más van a trabajar en red para conseguir que por fin se mire a los animales con respeto, y que la empatía comience a ser la herramienta necesaria para mirar a los demás.
Lo que empezó en una clase de 12 niños en un pequeño pueblo de Aragón ya no puede detenerse. El cuartohociquerismo no se para. Es una actitud.
Esta es la historia de 12 niños y una niña que se unió al grupo este año. Una historia que comenzó una mañana de noviembre de 2010, cuando la llegada del circo a Muel activó la creación de la protectora virtual de animales dirigida por niños.
En este vídeo se recorre el proceso desde ese día hasta la actualidad. Encontraréis desde las intervenciones de los niños hablando de lo que el proyecto ha supuesto para ellos hasta cómo nos preparábamos en clase para mejorar las habilidades sociales y de comunicación; cómo se trabajaba los primeros días o qué huella ha dejado formar parte de este equipo a todos los que hemos estado en él, y escucharéis opiniones de personas maravillosas que nos hemos encontrado por el camino.
Ahora toca a otros niños, con el espejo de El Cuarto Hocico y la base dejada en Children for Animals, el continuar este sueño y tener la confianza de que los niños sí pueden participar en la sociedad y cambiar lo que los adultos estamos haciendo tan mal.
Más de mil niños en Zaragoza ya han vivido esta experiencia. Más que posiblemente se llevará a cabo en Pontevedra, Granada, Alcoy y otras ciudades españolas, y otros niños de Argentina, Chile, Ecuador, Uruguay, México, Venezuela, Colombia, Perú y muchos sitios más van a trabajar en red para conseguir que por fin se mire a los animales con respeto, y que la empatía comience a ser la herramienta necesaria para mirar a los demás.
Lo que empezó en una clase de 12 niños en un pequeño pueblo de Aragón ya no puede detenerse. El cuartohociquerismo no se para. Es una actitud.
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