El buque de la Fundación Naves de Esperanza, con seis quirófanos en su interior y más de 400 tripulantes, llevará un hospital a los países de África Occidental más necesitados, según el índice de desarrollo humano que elabora la ONU.
En estos países realizarán operaciones de cataratas, extirpan tumores benignos, llevan a cabo cirugías maxilofaciales y ortopédicas. Además, atienden a mujeres que, debido a partos prematuros, tienen problemas de incontinencia, entre otras intervenciones.
El coordinador de la fundación del buque hospital, Ricardo Menzies, explica que la función de este barco, en el que conviven personas de más de 30 nacionalidades, es llevar cuidados médicos a países en vías de desarrollo donde no hay acceso o es muy caro acceder a este tipo de operaciones.
Diez meses en África para realizar operaciones
Después de trabajar en Togo, el barco y parte de su tripulación ultiman detalles en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. Allí, toman fuerzas antes de partir el próximo 15 de agosto a Guinea Conakry, donde permanecerán otros diez meses.
Durante ese tiempo, en colaboración con el Ministerio de Salud del país y con la ONG Médicos Sin Fronteras, prevén tratar a 4.000 personas.
Hospital en el interior. | C.G. (Efe).
La operación de cataratas suele ser una de las más frecuentes, detalla el coordinador. Suelen realizar 18 intervenciones al día para paliar esta enfermedad que en África, de forma particular, dificulta en gran medida la vida cotidiana de quienes la padecen.Aunque los tipos de cirugía dependen de cada país y de sus necesidades, la extirpación de bultos en la cara, que pueden alcanzar hasta un kilo y medio, es otra de las intervenciones quirúrgicas que practican con regularidad.
La operación de labios leporinos en bebés, una malformación que provoca su desnutrición al no poder mamar de forma correcta, y la cirugía para eliminar la incontinencia en mujeres que, por ello, son repudiadas por sus maridos y familiares, también se realizan en este barco medicalizado.
Curar y educar para prevenir
Al margen de estas intervenciones, la fundación Naves de Esperanza lleva a cabo actividades para la educación. Por ejemplo, alertan a los jefes de cada aldea del peligro que supone para la salud de una mujer tener hijos a corta edad.Según explica el coordinador, prevenir es tan importante como curar, ya que así se podrían evitar algunas enfermedades. Entre ellas destaca la diarrea, que puede llegar a causar la muerte de una persona si no se evita o se trata de forma correcta.
Por otro lado, entrenan a médicos locales e introducen a este personal en las últimas técnicas, como en la utilización de un escáner. Este aparato es, en algunas ocasiones, el único de estas características en el país que visitan.
Asimismo, lideran proyectos de construcción para reformar hospitales, colaboran con otras ONGs para hacer pozos de agua potable, y enseñan técnicas de agricultura sin usar pesticidas ni fertilizantes artificiales.
La tripulación del barco es voluntaria, lo que reduce el gasto a la mitad. El coordinador explica que los únicos condicionantes para formar parte del personal médico de este 'hospital' es tener un nivel medio de inglés y una experiencia mínima de dos años.
La financiación para cubrir estos gastos la consiguen mediante la aportación mensual de particulares y, en segundo lugar, con los ingresos de otras fundaciones y de patrocinios de empresas médicas.
El barco ofrece alojamiento, comida, actividades de ocio. E, incluso, la oportunidad de que los tripulantes también viajen con sus parejas e hijos, para los que hay una escuela a bordo.
fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/08/09/solidaridad/1344511969.html
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