viernes, 7 de diciembre de 2012

LA EDUCACION DE LOS NIÑOS y NIÑAS REFUGIADOS, un espacio para la esperanza

 
ACNUR reconoce la vital importancia que tiene la educación para los refugiados. Incluso en los momentos más críticos de una emergencia, la agencia busca devolver a los niños a las aulas escolares lo más rápidamente posible porque la rutina de ir la escuela les devuelve el sentido de seguridad, ayudándoles a lidiar con los traumas que han vivido. Pero la educación es algo más que la restauración de un sentido de normalidad; a menudo es la única vía para tener la esperanza de alcanzar la autosuficiencia.
INVERTIR EN EDUCACIÓN PARA TRANSFORMAR LAS VIDAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS
Para contrarrestar la falta de oportunidades educativas en los campos de refugiados y sus implicaciones a largo plazo, ACNUR:

a) Abordamos todos y cada uno de los retos para que los niños refugiados puedan ejercer su derecho de acceso a la educación. Trabajando con nuestras contrapartes, financiamos la construcción, rehabilitación y equipamiento de escuelas en áreas donde simplemente no hay suficientes infraestructuras.
b) Formamos a maestros para asegurarnos de que proporcionan una educación de calidad a los niños refugiados que a veces están traumatizados, y a menudo intentando aprender en una lengua que no es la suya; también nos aseguramos de que los maestros reciban a los niños refugiados independientemente de sus circunstancias individuales.
c) Eliminamos las barreras para acceder a la educación que en algunos países pueden ser cosas tan simples como un uniforme escolar o el tener o no un cuaderno de ejercicios y lápices.
d) Aliviamos la presión que supone para las escuelas de las comunidades de acogida el recibir a un gran número de niños y niñas refugiados proporcionando equipos de deporte y materiales de aprendizaje para minimizar los riesgos de exclusión y estigmatización de los niños refugiados al tiempo que se mejoran los recursos de las escuelas de acogida.
e) Además, ACNUR lleva a cabo actividades comunitarias para promover la educación. A menudo las familias han huido de comunidades remotas y difíciles de acceder donde la educación para los niños no necesariamente era accesible o “la norma”. Trabajamos con los padres de familia y los líderes comunitarios para animarlos a que envíen a sus hijos a clase, asegurándoles que las escuelas son seguras y que la educación puede cambiar el futuro de sus hijos a mejor.
Para información sobre cómo puede impactar en la vida de un niño o niña refugiado a través de la educación contacte con Miren Ispizua-Bilbao. mispizua@eacnur.org
 

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