lunes, 30 de abril de 2012

Palabras tan actuales como hace más de 10 años.

Fue el Dalai Lama quien dirigió estas palabras al mundo tras los atentados de Septiembre de 2.001.

Queridos amigos de todo el mundo :

Los acontecimientos de este día han hecho que todas las personas detengan sus quehaceres diarios, cualesquiera que éstos sean, y se pregunten acerca de las cuestiones fundamentales de la vida.

No solo nos preguntamos cual es el sentido de la existencia, sino el propósito de nuestra experiencia individual y colectiva tal como la hemos creado, buscando con afán los caminos en los que re-crearnos a nosotros mismos nuevamente como especie humana, de modo que nunca más nos tratemos a nosotros mismos de esta forma.

Ha llegado la hora de demostrar - a su más alto nivel - el pensamiento extraordinario de Quiénes Somos Realmente.


Existen dos respuestas posibles a lo que ha ocurrido hoy. La primera proviene del amor, la segunda, del miedo.

Si nos aferramos al miedo podemos entrar en pánico y hacer cosas - como individuos y como naciones - que sólo pueden ser causa de un mal mayor.

Si nos aferramos al amor, encontraremos refugio y fuerza, e incluso podremos ofrecerlos a otros. Este es el momento de tu ministerio. Este es el momento de tu enseñanza. Lo que enseñes en este tiempo, por medio de tu palabra y obra, permanecerá como lección indeleble en los corazones y mentes de aquellos cuyas vidas tocas, ahora y en los próximos años.

Hoy establecemos el devenir del mañana. En esta hora. En este momento. No busquemos señalar las culpas, sino las causas.

A menos que utilicemos este tiempo para buscar las causas de nuestras experiencias, nunca nos libraremos de las experiencias que éstas nos traen. En su lugar, viviremos para siempre en el miedo por las respuestas de aquellos miembros de la familia humana que se sienten afligidos, abandonados, y que también buscan su desquite.

Para nosotros las razones son claras. No hemos aprendido las lecciones humanas más básicas. No hemos recordado las verdades humanas más elementales. No hemos comprendido la sabiduría espiritual más sencilla. En pocas palabras, no hemos escuchado a Dios, y debido a ello, nos contemplamos a nosotros mismos haciendo cosas impías.

El mensaje que escuchamos de nuestra fuente de Verdad es clara: Todos somos uno. Este es el mensaje que la raza humana ha olvidado durante mucho tiempo. El olvido de esta verdad es la sola causa de el odio y la guerra, y la forma de recordarlo es muy sencilla: Ama, ahora y en todo momento.

Si pudiésemos amar incluso a aquellos que nos atacan, y entender por qué han hecho eso ¿Cuál sería entonces nuestra respuesta?

Si enfrentamos negatividad con negatividad, ira con ira, ataque con ataque ¿Qué obtenemos?

Éstas son las preguntas a las que se enfrenta la raza humana hoy. Son cuestiones que hemos fracasado en responder durante miles de años. Si no lo hacemos ahora, eliminaremos también la necesidad de darles respuesta.

Si queremos que la belleza del mundo que hemos co-creado sea experimentada por nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, tenemos que convertirnos en activistas espirituales en este mismo momento, en este mismo lugar, y hacer que ocurra. Debemos elegir estar en el centro mismo de las causas.

Por tanto, habla con Dios hoy. Pídele ayuda, consejo, visión interna, fuerza, paz interior, y una profunda sabiduría. Pide a Dios hoy que nos muestre cómo actuar en el mundo para que éste cambie. Y únete a todas las personas de todo el mundo que ahora están orando y añade tu Luz a la Luz que disipa todo miedo.

Éste es el reto que se pone delante de cada persona hoy. Hoy el alma humana se pregunta: ¿Qué puedo hacer para preservar la belleza y la maravilla de nuestro mundo y para contribuir a eliminar la ira y el odio - y las desigualdades que éstos inevitablemente causan - en la parte del mundo que yo toco?

Por favor, contesta esta pregunta hoy mismo, con toda la magnificencia que Tú eres. ¿Qué puedes hacer HOY... en este mismo momento?

Una enseñanza fundamental en la mayoría de las tradiciones espirituales es:

Lo que tú deseas experimentar, ofrécelo a otros.

Mira ahora qué es lo que te gustaría experimentar en tu propia vida, y en el mundo. Mira entonces si hay alguien para el que tú puedes ser la fuente de ese deseo.

Si quieres experimentar la paz, ofrece paz a otro.

Si deseas saber que estás seguro, haz que otro sepa que está seguro.

Si deseas entender las cosas aparentemente incomprensibles, ayuda a otro a comprender mejor.

Si deseas sanar tu propia tristeza o ira, busca sanar la tristeza o ira de otro.

Esos otros te están esperando ahora. Ellos buscan tu guía, tu ayuda, tu valor, tu fuerza, tu entendimiento, y tu seguridad en esta hora. Pero sobre todo, ellos te buscan por tu amor.

Mi religión es muy sencilla. Mi religión es la bondad. 




Fuente: Educación es el camino y la meta.

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