¡Pocos me quedan para llegar a los 500!
¿Cómo puede su cerebro almacenar tantos?
No sé. Pero puede.
¿Cómo lo hace?
Sólo sé que cuando pongo 40 personajes a la vez sobre el escenario, ¡los veo a todos!
¿Cuál es su última incorporación?
Cecilia, la restauradora del Ecce homo.
¿Qué le ha hecho gracia de este caso?
Que no hay maldad por ninguna parte. Y la guasa que tenemos todos. Está bien reír.
¿A más crisis, más risa?
No te imaginas la cantidad de gente que me agradece que les haga olvidar un rato la hipoteca y la prima de riesgo.
El fútbol también ayuda.
Sí, de ahí la celebración de la Eurocopa.
¿Con demasiada ayuda del alcohol...?
Normal, pero el futbolista debería ser más consciente del eco en los niños...
¿Qué dice su niña de usted?
Cuando actúo diariamente, se extraña: "¿Por qué repites lo mismo cada día?". Pero es una Minilatre: se disfraza, canta, hace teatro... La subí una vez al escenario.
¿Cómo la Pantoja con Paquirrín?
No, porque no la expongo. Sólo quise regalarle un bello recuerdo a los cinco años. Nos reimos mucho: soy tan niño como ella.
¿Cómo encara usted su trabajo?
Soy muy afortunado, y tengo una responsabilidad: hacer que la gente lo pase bien.
¿Tiene algún lema?
"Nada es tan grave", como me enseñó Juan Ramón Mainat en Crónicas marcianas: "¡Esto es sólo televisión!", me dijo. ¡Nada es tan grave como para perder el humor!
¿Jamás lo pierde?
Antes me ponía más nervioso mi trabajo, ahora aprendo a serenarme.
¿De dónde le viene su don?
No sé, empecé imitando las parodias de Pedro Ruiz: su Carrillo, su Fraga, su Felipe... Y luego las de Alfonso Arús.
¿En el colegio?
Los amigos me decían: "¡Carlos, haznos una ronda!". Y me daba mucho placer verles reír. ¡Hacer reír es un placer casi místico!
Debe de tener usted un oído fino, fino.
Parece que sí. Pero el otorrino me ha dicho que tengo algo especial en la garganta.
¿Qué tiene?
No lo diré, para preservar el misterio... ¡Pero hay algo especial ahí, sí!
¡Asegúrelo!
¡Ya lo tengo asegurado! Mi garganta es mi instrumento de trabajo.
¿Cómo lo cuida?
No fumo. No bebo nada frío. ¡Y, sobre todo, duermo mis ocho horas! Esto es lo más importante, ¡imprescindible! No dormir bien es lo que más daña la garganta.
Cuando le conocí, usted fumaba...
Dos paquetes diarios. Lo dejé gracias a David Bisbal.
¿Y eso?
Yo imitaba a Bustamante, canté un dúo con Bisbal... y en los tonos altos me salieron un par de gallos. Me dije: "¡Se acabó fumar!".
¿Con qué piropo se queda?
"Latre es el Messi de las imitaciones". Pero más me llegó una señora a la que se le había muerto el hijo y que me dijo, al acabar el espectáculo, que yo se lo recordaba...
¿Qué quería ser usted de mayor?
Periodista, corresponsal en Nueva York. Lo he conseguido: he acabado explicando historias del mundo... mediante el humor.
¿Cómo empezó?
Pinchando discos en Radio Reus, con 16 años, durante una vacante de verano.
¿Pensaba llegar hasta aquí?
¡Tenía claro que quería hacer cosas!
¿Ha tenido malas críticas?
Gente habrá a la que no le guste... Un crítico escribió que era feo y gordo.
Fracasos sí ha vivido usted: un par de programas de tele no le funcionaron...
Porque no era el momento. Al público hay que ganarlo poco a poco, prepararlo.
¿Qué más aprendió de esos fallos?
A no abarcar más de la cuenta. A no creerme el rey del mundo, el nuevo Seinfield...
¿Qué personaje es más exigente con su garganta?
Los de voz rasgada, tipo Sabina o Dalma.
Raphael me dijo también que gozaba de una garganta privilegiada, especial.
¿Ah, sí? Raphael abre muy bien la garganta y me encanta imitarlo.
¿Cuál es su favorito?
Julio Iglesias. ¡Soy un gran julista! Es el artista más grande que ha tenido España. Inteligente, se ha sabido exportar al mundo.
Me dijo que podría prescindir de todo, todo... menos de su jet privado.
Yo de todo menos de mi garganta.
Y si un día se quedase mudo, ¿qué?
Dirigiría espectáculos.
¿La voz más complicada de imitar?
La de Ana Belén.
¿La más fácil?
Iniesta.
¿Algún personaje se le ha enfadado?
No. Todos reaccionan bien, los hago desde el buen rollo. ¡No es necesario hacer daño!
¿Hay telebasura?
En la tele cabe todo, y cuanta más tele haya, ¡mejor! Y cada uno mira lo que quiere. Yo soy fan de Cuerpos extraños y Top Chef.
¿Qué haría si viniese a verle el Rey?
Nada que incomodase a nadie.
¿Se atrevería a darle algún consejo?
Que no pierda el humor. Y que no pegue al chófer.
este hombre es genial soy una gran suya, además parece superbuena persona
ResponderEliminarNos alegramos "Caminem plegats" , si que parece muy buena persona y lo que es asombroso es su talento, hemos visto las fotos de tu blog de la feria medieval, tuvo que ser una actividad encantadora
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