Dora Rosell extiende sobre la mesa de la cocina una manta formada a partir de varios cuadrados tejidos con distintos puntos y en lana de diversos colores, unidos por unas líneas de crochet que aportó su hija Claudia. La mujer acomoda orgullosa el producto del trabajo de varias vecinas del barrio Villa Emilia, de Godoy Cruz (Loa Andes, Mendoza, Argentina) quienes están formando un grupo de tejedoras con la intención de donar las labores a quienes lo necesiten.
El ideólogo del proyecto es "Chicho", a quienes pocos conocen por su nombre: Francisco Rodríguez. Recibió 5 mil pesos para comprar lana. Con los 200 kilos de coloridas madejas, convocó a Dora Rosell, una vecina a quien le encanta tejer, y ella es quien se ha encargado de dar un ovillo grande a las mujeres del barrio que se han mostrado interesadas. Con ese ovillo, detalla Dora, se pueden tejer entre 30 y 50 cuadraditos, en jersey, santa clara o el punto que cada una conozca.
Las tejedoras, que se abocan a la labor en sus casas, cuando tienen un momento libre, entregan a ella o a Chicho los cuadrados de colores para que la hija de Dora, Claudia Rosell, los ensamble en vistosas mantas o colchas. Como el grupo - "Las tejedoras de Chicho"- recién se conformó en diciembre, no tienen todavía muchos tejidos.
La primera labor colectiva fue, cuentan, una colcha de dos plazas que sortearon entre los asistentes al festejo de los Reyes Magos. Lo fundamental es que quien reciba una prenda valore la dedicación que fue necesaria para confeccionarla, pero saben que hay otras personas que tal vez no tienen con qué abrigarse durante el invierno.
Vía losandes.com.ar.
fuente: Portaldelabores.com
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