martes, 16 de enero de 2018

La base de un cerebro sano es la bondad , y se puede entrenar

Richard Davidson, doctor en Neuropsicología, investigador en neurociencia afectiva
Nací en Nueva York y vivo en Madison (Wisconsin), donde soy profesor de Psicología y Psiquiatría en la universidad. La política debe basarse en lo que nos une, sólo así podremos reducir el sufrimiento en el mundo. Creo en la amabilidad, en la ternura y en la bondad, pero debemos entrenarnos en ello.


Yo investigaba los mecanismos cerebrales implicados en la depresión y en la ansiedad.

...Y acabó fundando el Centro de Investigación de Mentes Saludables.

Cuando estaba en mi segundo año en Harvard se cruzó en mi camino la meditación y me fui a la India a investigar cómo entrenar mi mente. Obviamente mis profesores me dijeron que estaba loco, pero aquel viaje marcó mi futuro.

...Así empiezan las grandes historias.

Descubrí que una mente en calma puede producir bienestar en cualquier tipo de situación. Y cuando desde la neurociencia me dediqué a investigar las bases de las emociones, me sorprendió ver cómo las estructuras del cerebro pueden cambiar en tan sólo dos horas.

¡En dos horas!

Hoy podemos medirlo con precisión. Llevamos a meditadores al laboratorio; y antes y después de meditar les tomamos una muestra de sangre para analizar la expresión de los genes.

¿Y la expresión de los genes cambia?

Sí, y vemos como en las zonas en las que ha-bía inflamación o tendencia a ella, esta des­ciende abruptamente. Fueron descubrimientos muy útiles para tratar la depresión. Peroen 1992 ­conocí al Dalái Lama y mi vida cambió.

Un hombre muy nutridor.

“Admiro vuestro trabajo, me dijo, pero considero que estáis muy centrados en el estrés, la ansiedad y la depresión; ¿no te has planteado enfocar tus estudios neurocientíficos en la amabilidad, la ternura y la compasión?”.

Un enfoque sutil y radicalmente distinto.

Le hice la promesa al Dalái Lama de que haría todo lo posible para que la amabilidad, la ternura y la compasión estuvieran en el centro de la investigación. Palabras jamás nombradas en ningún estudio científico.

¿Qué ha descubierto?

Que hay una diferencia sustancial entre empatía y compasión. La empatía es la capacidad de sentir lo que sienten los demás. La compasión es un estadio superior, es tener el compromiso y las herramientas para aliviar el sufrimiento.

¿Y qué tiene que ver eso con el cerebro?

Los circuitos neurológicos que llevan a la empatía o a la compasión son diferentes.

¿Y la ternura?

Forma parte del circuito de la compasión. Una de las cosas más importantes que he descubierto sobre la amabilidad y la ternura es que se pueden entrenar a cualquier edad. Los estudios nos dicen que estimulando la ternura en niños y adolescentes mejoran sus resultados académicos, su bienestar emocional y su salud.

¿Y cómo se entrena?

Les hacemos llevar a su mente a una persona próxima a la que aman, revivir una época en la que esta sufrió y cultivar la aspiración de librarla de ese sufrimiento. Luego ampliamos el foco a personas que no les importan y finalmente a aquellas que les irritan. Estos ejercicios reducen sustancialmente el bullying en las escuelas.

De meditar a actuar hay un trecho.

Una de las cosas más interesantes que he visto en los circuitos neuronales de la compasión es que la zona motora del cerebro se activa: la compasión te capacita para moverte, para aliviar el sufrimiento.

Ahora quiere implementar en el mundo el programa Healthy minds (mentes sanas).

Fue otro de los retos que me lanzó el Dalái Lama, y hemos diseñado una plataforma mundial para diseminarlo. El programa tiene cuatro pilares: la atención; el cuidado y la conexión con los otros; la apreciación de ser una persona saludable (encerrarse en los propios sentimientos y pensamientos es causa de depresión)...

...Hay que estar abierto y expuesto.

Sí. Y por último tener un propósito en la vida, algo que está intrínsecamente relacionado con el bienestar. He visto que la base de un cerebro sano es la bondad, y la entrenamos en un entorno científico, algo que no se había hecho nunca.

¿Cómo se puede aplicar a nivel global?

A través de distintos sectores: educación, sanidad, gobiernos, empresas internacionales...

¿A través de los que han potenciado este mundo oprimido en el que vivimos?

Tiene razón, por eso soy miembro del consejo del Foro Económico Mundial de Davos, para convencer a los líderes de que hay que hacer accesible lo que sabe la ciencia sobre el bienestar.

¿Y cómo les convence?

Mediante pruebas científicas. Les expongo, por ejemplo, una investigación que hemos realizado en distintas culturas: si interactúas con un bebé de seis meses a través de dos marionetas, una que se comporta de forma egoísta y otra amable y generosa, el 99% de los niños prefieren el muñeco cooperativo.

Cooperación y amabilidad son innatas.

Sí, pero frágiles, si no se cultivan se pierden, por eso yo, que viajo muchísimo (una fuente de estrés), aprovecho los aeropuertos para enviar mentalmente a la gente con la que me cruzo buenos deseos, y eso cambia la calidad de la experiencia. El cerebro del otro lo percibe.

Apenas un segundo para seguir en lo suyo.

La vida son sólo secuencias de momentos. Si encadenas esas secuencias, la vida cambia.

El mindfulness es hoy un negocio.

Cultivar la amabilidad es mucho más efectivo que centrarse en uno mismo. Son circuitos cerebrales distintos. A mí no me interesa la meditación en sí misma sino cómo acceder a los circuitos neuronales para cambiar tu día a día, y sabemos cómo hacerlo.

fuente: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20170327/421220248157/la-base-de-un-cerebro-sano-es-la-bondad-y-se-puede-entrenar.html
vía: Laura del Pozo Alonso

miércoles, 10 de enero de 2018

“A partir de ahora, estaré satisfecho con lo mejor”



Louis Bériot, periodista, escritor, guionista, productor de televisión y activista
Tengo 78 años. Me crié en una granja. Vivo entre París, donde nací, y Portugal. Enviudé y me casé de nuevo hace diez años. Tengo dos hijos. Milito en oenegés ecologistas y en defensa de los animales. He creado dos asociaciones: por una muerte digna y para revolucionar el sistema fiscal. Soy agnóstico





Cupido se fijó en usted...


Sí, he tenido dos grandes amores en mi vida a través de los que he obtenido el don de la serenidad. Debe ser muy triste vivir sin amor.


¿Qué hizo usted para merecerlos?


En la vida todo es por azar, pero he sabido escoger y nunca he desaprovechado una oportunidad.


¿Ha sido audaz?


La libertad es una quimera, nos construimos a través de las circunstancias. Y si tuviera que definirme le diría que yo soy un oportunista..., en el buen sentido de la palabra.


¿Apuesta usted sin fisuras?


Una noche acompañé a mi hermano al teatro y la vi, desprendía luz. Al instante, supe que ella sería la mujer de mi vida. Le ofrecí un brazalete que llevaba puesto: “...Guárdalo mientras consigo un anillo de bodas”.


¿Qué dijo ella?


“¿No vas demasiado rápido?”. “Hay momentos decisivos en la vida, circunstancias indiscutibles”, le respondí. Veinticuatro horas después accedió a casarse conmigo. Catherine tenía 18 años, yo 20.


¿Qué opinaron sus padres?


Mi padre fue un seminarista que cuando iba a ser ordenado sacerdote se cruzó con mi madre y huyó. Tuvieron nueve hijos y se amaron toda la vida.


¿Sin perder la fe?


Íbamos a misa cuatro veces a la semana y re­zábamos tres veces al día. Mi padre era un ­hombre culto y un ecologista convencido al que le gustaba estar al día en cuestiones de ciencia y filosofía.


Pues debía sufrir ciertas contradicciones.


Una noche nos reunió alrededor de su cama, donde rezábamos, y nos dijo: “Os hemos engañado, Adan y Eva no existen, Dios es la chispa inicial, pero las historias de la Biblia y el Nuevo Testamento que os he contado no son del todo creíbles”. No volvimos a misa. Yo tenía 12 años.


A los 19 años dio la vuelta al mundo en un carguero.


Quería ser periodista y decidí viajar y escribir artículos que nadie me publicó. Acabé aprendiendo el oficio en la guerra de Argelia.


¿…?


A los militares no les gustaban los periodistas y me enviaron a codirigir una radio en el desierto desde donde cubrí la guerra. Lo que me permitió a mi regreso trabajar para France-Soir.


En los años setenta ya era usted un ­periodista comprometido con la ecología.


Sí, en 1967 empecé a escribir artículos sobre ecología, un tema absolutamente novedoso que me catapultó a la televisión. El amor y la ecología han sido la esencia y el sostén de mi vida.


Ha creado asociaciones en defensa de los animales.


Siempre he sabido que el ser humano también es un animal. No tenemos derecho a matar a otras especies. Uno de los últimos libros que he escrito trata de los animales que matamos ( Ces animaux qu’on assassine). Cioran dijo que el hombre es un mono que ha evolucionado mal.


¿Y qué dice usted?


Somos siete billones de humanos, vistos con la suficiente distancia nuestra existencia no importa mucho, somos como hormigas.


¿Qué le ha hecho ser un hombre de mente abierta?


El libro que estoy escribiendo ahora, Las razones del azar, trata de como el azar ha guiado mi vida. Todo es azar. Viví 46 años de pasión con mi esposa, con respeto y entrega. Éramos inseparables, nunca estuvimos más de tres noches separados. Y luego un cáncer se la llevó.


Ella escogió no tratárselo.


Sí, y yo decidí irme con ella. La cercanía de la muerte nos hizo vivir todavía más a fondo nuestro amor y descubrimos recursos íntimos insospechados.


¿Con alegría?


Decidimos aprovechar al máximo el tiempo que nos quedaba y adoptamos el lema de Churchill: “A partir de ahora, estaré satisfecho con lo mejor”.


También creó usted una asociación en defensa de la muerte digna.


Sí, considero que la muerte es sólo un viaje más y que todos tenemos derecho a hacer esa travesía como consideremos. Yo quería irme con Catherine, pero ella no me dejó.


Tenía a sus hijos.


Sí, e insistió en que debía continuar con mi lucha en favor de la ecología que llevaba librando desde mis primeros programas para Antenne 2. Tres días después de su muerte lancé el sitio web Holy planet, para identificar soluciones en todo el mundo para salvar el planeta. Ella estaba allí, conmigo.


Y el amor volvió a sonreírle.


Nunca ha dejado de hacerlo. Durante años cada día le escribí una carta a Catherine. Y hace diez años conocí a mi actual esposa y compañera del alma que como yo se había quedado viuda.


Ha creado una nueva asociación.


Sí, he creado con mis amigos una oenegé,Comité Bastille, que agrupa a 5.000 especialistas, y cuya idea es suprimir todos los impuestos, que en Francia son 450, salvo el de patrimonio.


¡...!


Menos funcionarios, cero impuestos para los particulares y para las empresas, sólo para los que tienen patrimonio, lo que no reduciría el dinero que recibe el Estado pero sí la distancia entre ricos y pobres, y evitaría la evasión fiscal.


fuente: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20180110/434192024619/a-partir-de-ahora-estare-satisfecho-con-lo-mejor.html 


Gentileza: Isabel Mengual

sábado, 6 de enero de 2018

Pensamientos del Dalai Lama que nos reconectan con el Amor

El actual líder de la religión Budista, Tenzin Gyatso, se ha encargado de llenar a la humanidad de mensajes cargados de sugerencias para un mejor vivir, que más allá de cualquier religión, son aplicables a cualquier persona que quiera alimentar su vida de bondad, de espiritualidad y especialmente de amor.

Veamos esta recopilación de mensajes que nos ayudan a reconectarnos con la energía del amor:
  1. A quien amas, dale alas para volar, raíces para volver y motivos para quedarse.
  2. Recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro.
  3. Ama y haz lo que quieras. si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor.
  4. Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos” Un corazón abierto es una mente abierta.
  5. Cada día piensa cuando te levantes: soy afortunado por estar vivo, tengo una preciosa vida humana, y no la voy a desperdiciar. Voy a usar todas mis energías para desarrollarme, para expandir mi corazón a otros.
  6. Cuando respires aire, ámate a ti mismo. Cuando lo sueltes, ama a todos los seres.
  7. Cuanto más motivado estés por el amor, menos miedo tendrás y más libres serán tus acciones.
  8. Una actitud verdaderamente compasiva hacia otros no debe cambiar si los demás se comportan contigo de forma negativa o te hacen daño.
  9. La forma de cambiar las mentes de otros es a través del amor, no del odio.
  10. Tenemos que aprender a amar lo que tenemos, y no lo que queremos tener, para conseguir una felicidad estable.
  11. El amor es la ausencia de juicio.
  12. El amor y la compasión son mis verdaderas religiones. Pero para desarrollarlas, no se necesita creer en ninguna religión.
  13. Podemos sobrevivir sin religión ni meditación, pero no podemos sobrevivir sin cariño humano.
  14. Si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio bienestar.
  15. Una mente lúcida y un buen corazón acompañados por sentimientos cálidos, son las cosas más importantes. Si la mente no se dirige a los pensamientos positivos y elevados, nunca podremos hallar la felicidad.
  16. La esencia de la vida espiritual está formada por nuestros sentimientos y nuestras actitudes hacia los demás.
  17. La tolerancia y la paciencia son mucho más profundas y efectivas que la mera indiferencia.
  18. El amor y la compasión son necesidades, no lujos. Sin ellos, la humanidad no puede sobrevivir.
  19. Es muy importante para generar una buena actitud, un buen corazón, tanto como sea posible. A partir de esto, la felicidad, tanto a corto plazo como a largo plazo, tanto para usted y los demás vendrá.
  20. A veces el silencio es la mejor respuesta a una compleja pregunta. Esto permite que las emociones no se apoderen de ti a la hora de responder y tomar un tiempo para poder reflexionar.
fuente: https://rincondeltibet.com/blog/p-20-pensamientos-de-dalai-lama-para-conectarnos-con-el-amor-26153

jueves, 4 de enero de 2018

50 Hermosas enseñanzasde una Superviviente al cancer de mama

50 Hermosas Enseñanzas de Una Mujer de 50 Años Para Valorar la Vida

Regina Brett, es una sobreviviente del cáncer de mama que padeció en el año 1998. En su momento narró sus experiencias de la quimioterapia y su recuperación en el Akron Beacon Journal, ganando el National Headliner Award, por estas columnas.
Al cumplir cincuenta años escribió las 50 lecciones que la vida le enseñó luego de esta experiencia. Acá te dejamos su lista, sus bellas palabras al observar la vida desde todos sus matices:
1. La vida no es justa, pero aún así es buena.
2. En caso de duda, sólo da el siguiente pasito.
3. La vida es demasiado corta para perder el tiempo odiando a alguien.
4. No te tomes tan en serio a tí mismo. Nadie más lo hace.
5. Liquida tus tarjetas de crédito cada mes.
6. No tienes que ganar cada discusión. Ponte de acuerdo en estar en desacuerdo.
7. Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.
8. Está bien si te enfadas con Dios. Él lo puede soportar.
9. Ahorra para el retiro desde tu primer sueldo.
10. Cuando se trata de chocolate, toda resistencia es inútil.
11. Haz las paces con tu pasado para que no te arruine el presente.
12. Está bien que tus hijos te vean llorar.
13. No compares tu vida con la de otros. No tienes idea de lo que va de su viaje.
14. Si una relación tiene que ser secreta, no deberías mantenerla.
15. Todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Pero no te preocupes, Dios nunca parpadea.
16. La vida es demasiado corta para duelos largos. Ten una vida ocupada, sí tu duelos serán breves.
17. Puedes atravesar cualquier circunstancia si te mantienes presente en el ahora.
18. Un escritor escribe. Si quieres ser un escritor, escribe.
19. Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz. La segunda depende de ti y de nadie más.
20. Cuando se trata de perseguir aquello que deseas en la vida, no aceptes un no por respuesta.
21. Enciende velitas, utiliza sábanas bonitas, ponte lencería cara. No la guardes para una ocasión especial. Hoy es especial.
28. Perdona a todos todo.
29. Lo que otros piensan de ti no es de tu incumbencia.
30. El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.
31. Por más buena o mala sea una situación, algún día cambiará.
32. Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos lo harán. Mantente en contacto.
33. Cree en los milagros.
34. Dios te ama por lo que eres, no por lo que hayas hecho o dejado de hacer.
35. Lo que no mata te hace más fuerte.
36. Llegar a viejo es mejor que la alternativa de morir joven.
37. Tus niños sólo tienen una niñez. Que sea memorable.
38. Lea los Salmos. Cubren todas las emociones humanas.
39. Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
40. Si todos tirasemos nuestros problemas y cargásemos con los de los demás, volveríamos corriendo a por los nuestros.
41. No hay audiciones para la vida. Preséntate y haz la mayor parte de ella ahora.
42. Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o gozoso.
43. Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.
44. La envidia es una pérdida de tiempo. Ya tienes todo lo que necesitas.
45. Lo mejor está aún por venir.
46. No importa cómo te sientas, levántate, vístete y muéstrate.
47. Haz una respiración profunda. Calma la mente.
48. Si no pides, no recibes.
49. Cede.
50. La vida no está envuelta con un lacito… pero sigue siendo un regalo.

fuente: http://viajesdelcorazon.net/p-50-hermosas-ensenanzas-una-mujer-50-anos-valorar-la-vida-3099