La lavadora se ha convertido en un electrodoméstico indispensable en la mayoría de los hogares.
Desde la primera patente de Jhon E. Turnbull en 1843 todas ellas utilizan de forma intensiva el agua.
Durante todo este tiempo se ha conseguido ahorrar electricidad mejorando su eficiencia energética, reducir el agua que necesitan acortando el proceso de lavado, y perfeccionando los detergentes utilizados que permiten el lavado en frío.
Stephen Burkinshaw, un químico de la Universidad de Leeds (Reino Unido) ha decidido prescindir casi totalmente del agua y sustituirla por un polímero de nailon capaz de absorber la suciedad y la grasa.
Inicialmente Stephen Burkinshaw desarrolló un polímero capaz de transmitir los colorantes a los tejidos. Pensó, acertadamente, que un material capaz de realizar el proceso inverso serviría para limpiar la ropa. Sus experimentos se centraron en el nailon por su polaridad, algo que hace que actúe como un imán para las manchas.
Las esferas que ha desarrollado absorben la suciedad y la dejan encerrada en su interior. El polímero se presenta en pequeñas bolas que se pueden reutilizar hasta cien veces, un uso que permite unos seis meses de lavado a una familia.
Su novedoso invento ahorra el 47% del consumo de electricidad y el 72% del de agua.
Ha bautizado a su aparato Xeros (seco en griego).
Su electrodoméstico está probándose con éxito en algunos hoteles, clubes deportivos y lavanderías desde el año 2010. Es el primer paso para su comercialización a gran escala.
El aspecto de la lavadora es muy similar a las que conocemos de carga frontal. Al comienzo del lavado se añade una taza de agua y una pequeña cantidad de detergente. Las perlas de nylon se liberan y mezclan con la ropa durante el lavado. Su polarización permite deshacer las manchas sin necesidad de agua caliente. Cuando el lavado termina las bolas de nylon se retiran mediante un sistema de doble tambor. Al finalizar la limpieza las bolas se centrifugan y pasan por pequeños agujeros situados en la superficie del tambor.
Una vez que finaliza la vida útil de las cuentas de nylon, a los seis meses, se tienen que sustituir. Pueden ser recicladas, utilizándolas como materia prima para la fabricación de cualquier pieza plástica.
Este sistema, aparte de ahorrar agua y electricidad, también daña menos la ropa; al no utilizar agua caliente.
Las máquinas industriales se pueden comprar hoy en día en el Reino Unido y en EEUU.
Los planes de negocio de Xeros estiman que se venderán al consumidor doméstico en dos años; para ello la empresa saldrá a bolsa el próximo mes de marzo con el objeto de recaudar los 100 millones de libras que necesita para empezar a producir en cadena su ecológica lavadora.
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