Esteban Quispe es un joven indígena de Bolivia, completamente autodidacta, que ha creado el Wall-E boliviano, hecho completamente de basura. Esteban, que ganó una Olimpiada Estudiantil contruyó el robot Wall-E a base de chatarra. Con 16 años, y acabada la secundaria, Esteban es considerado por muchos el ‘genio de Patacamaya’.
Esteban vive en Patacamaya, un poblado ubicado a un par de horas de la capital, La Paz. En el vídeo superior Esteban nos abre las puertas de su casa, así como también las de su laboratorio. Un cuarto de dos por dos metros donde están sus inventos. Entre ellos, una sincronización de luces, que hizo en 2011. Un año después inventó un coche, similar a aquél de su serie favorita de los 80: el coche fantástico. Luego vinieron los inventos de luces automáticas, que se enciencen con aplausos o cuando la noche llega a cualquier lugar.
Pero el más importante de los ingenios de Esteban Quispe es su Wall-E boliviano, como él lo denomina. Un pequeño robot de lata, con varias conexiones internas que hacen que el aparato se mueva hacia adelante y hacia atrás, aunque también logra que giren sus manos y su cabeza. Esteban controla su invento desde su celular. Creó una aplicación que desde el teléfono móvil opera las decisiones del robot.
“Esta pasión despertó a mis 10 años, no tuve instrucción, hice mis inventos con la supervisión de mi padre y ahora mi hermanito (Hernán) es mi ayudante”, destaca Esteban desde su casa.
fuente: https://muhimu.es/ciencia-tecnologia/esteban-quispe/
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